Económetro 2022

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CONCLUSIONES

Esta IV Edición del Económetro Asturias 2022 ha sido elaborado a partir de la opinión de 291 economistas del CEA, el 18,5% del colectivo, que han participado en esta encuesta entre el 3 de marzo y el 18 de abril de 2022.

El Económetro se estructura en dos bloques de cuestiones. Por una parte, un conjunto de cuestiones que se preguntan de modo recurrente en cada edición, relativas a cómo perciben los encuestados la evolución anual de su situación económica personal y de la de Asturias, así como sobre otras cuestiones clave para elaborar el presente informe. Por otra parte, una serie de cuestiones que no se plantean de modo recurrente, pero que afectan de forma significativa a la economía asturiana en el momento de planificación y desarrollo de este indicador en cada edición.

En esta tercera edición, el Índice de confianza del Económetro Asturias (ICEA) 2022 toma un valor negativo de -25,59 puntos, en una escala de -100 a 100, lo que trasmite una percepción global de desconfianza o pesimismo de los economistas encuestados respecto a su situación económica particular y a la del Principado de Asturias en su conjunto.

El dato del I-CEA 2022 parece frenar la mejoría en las expectativas del colectivo constatadas en 2021 (I-CEA=-12,43), tras el catastrófico 2020 marcado por el COVID-19 (I-CEA=-43,79), y las aleja aún más del escenario inicial del Económetro en 2019 (I-CEA=-6,96).

Tras un año 2021 de cierta recuperación de la confianza, los datos del I-CEA 2022 reflejan sin duda una percepción actual de desconfianza y pesimismo de los economistas asturianos encuestados respecto a la evolución presente y futura de su situación personal y de Asturias.

Casi el 60% de los encuestados cree que su situación económica personal es igual o mejor que hace 12 meses, pero ya no llegan a la mitad los que creen que dicha situación será al menos igual o mejor dentro de un año (49,4% en 2022 frente al 73,2% de 2021).

Pero, comparativamente, no todo son malos datos: respecto al Económetro 2021 ha disminuido en casi 30 puntos (del 92,7% al 63,6%) el porcentaje de quienes creen que la situación económica de Asturias ha empeorado respecto a un año antes, si bien es verdad que la valoración de 2021 estaba muy marcada por el escenario pandémico de 2020.

Las percepciones son negativas respecto a la evolución del desempleo en los próximos 12 meses. Un 63.9% de los economistas consultados cree que el paro aumentará.

Respecto al ahorro en el hogar, el 47,4% de los encuestados creen posible el ahorro, en mayor o menor medida, lo que empeora de modo significativo las expectativas de hace un año cuando esta percepción era compartida por el 57,2%.

De nuevo se ha preguntado a los economistas asturianos sobre los factores de competitividad de la economía asturiana. El 88% de los economistas asturianos encuestados señala el precio de la energía como uno de los tres principales factores de competitividad de la economía asturiana; para el 32% como principal factor. Respecto a hace un año la preocupación por el precio de la energía se ha disparado, siendo la presión fiscal el segundo puesto en el ranking y los costes laborales el tercero.

Respecto a las preguntas no recurrentes introducidas en el Económetro 2022 se ha preguntado sobre la valoración del aumento de la tasa de inflación, sobre lo que un 81,8% de los economistas encuestados opina que ha comenzado un periodo de inflación prolongada que obligará a cambios en la política económica.

Se ha preguntado también por la implantación del registro retributivo de la plantilla y obligatoriedad del plan de igualdad, opinando un 78,7% de los encuestados que esta medida solo constituirá una carga administrativa para las empresas sin que sirvan para mejorar la situación real de los trabajadores.

Con relación a las consecuencias de la subida del SMI en la creación de empleo, el 67,7% de los participantes cree, con mayor o menor probabilidad, que la subida del SMI provocará una menor creación de empleo. Por el contrario, el 32,3% considera que no es probable que la subida tenga este efecto negativo o está seguro que lo tendrá.

Por otra parte, el 80,8% de los economistas encuestados considera que se debería acometer una bajada de impuestos para reactivar el consumo y la inversión, frente al 15,8% que afirma que no deberían introducirse cambios y un escaso 3,4% que cree que debería producirse una subida de impuestos que permita reducir el déficit público sin necesidad de realizar recortes en el gasto público.

Por último, en cuanto a las consecuencias de la reforma del sistema de cotización de autónomos, el 52,9% de los participantes en el estudio opina que esa reforma provocará que muchos de ellos contraten menos empleados para compensar el aumento de sus cuotas. Del resto, un 25,8% piensa que esta reforma provocará una caída del empleo autónomo frente al 21,3% que cree que no incidirá de forma apreciable en la actividad de los autónomos.  

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